Si estás en Atenas y dispones de poco tiempo, pero no quieres perderte la experiencia de visitar una isla griega, Egina es tu mejor opción. El viaje desde la capital, según el tipo de embarcación que elijas, es de tan solo 40 a 75 minutos. Te aconsejamos salir lo más temprano posible, para que puedas aprovechar todo el día. Los ferrys generalmente inician viajes a la isla desde las 7:00AM, saliendo prácticamente cada hora. Puedes consultar los horarios y tiempo de viaje en Ferryscanner.
Además de sus bellos paisajes y más de veinte playas para disfrutar, Egina se caracteriza por su riqueza histórica. A pesar de ser una isla no muy grande, con tan solo 10 km de extensión de un extremo a otro, si solo estarás unas cuantas horas, te recomendamos enfocarte en la parte norte, ya que es ahí donde se encuentran la mayoría de sus atracciones.
La ciudad principal de la isla de Egina lleva el mismo nombre. Desde el momento de desembarcar te enamorarás de sus antiguas casitas coloridas, la pequeña iglesia ubicada en el puerto dedicada Agios Nikolaos, el santo protector de los marineros, y la pintoresca postal que crean las barquitas de pescadores, pequeños cafés, tabernas, restaurantes y mercados.
En la ciudad, también podrás visitar la catedral de Agios Demetrios y el Palacio de Gobierno. Cerca de la ciudad se encuentra la iglesia de San Teodoro, relevante por sus importantes frescos que datan del siglo XIII.
También conocido como templo de Afaia y dedicado a esta deidad local de Egina, se trata de una de las construcciones más representativas de la Grecia antigua, junto con el Partenón y el templo de Poseidón. Este templo de estilo dórico es tan monumental, que por mucho tiempo se pensó que estaba dedicado a Zeus, y no a una diosa menor.
Data del siglo V AC, y en lugar de ser construido en mármol, se utilizó piedra caliza, ya que esta abunda en la isla. Se ubica en la cima de una pequeña montaña, desde donde podrás disfrutar de una espectacular vista al golfo Sarónico.
Parte de la importancia histórica de la isla se debe a que fue un punto estratégico comercial y marítimo en el siglo VI AC. La isla atravesó por varias conquistas e invasiones piratas. Además, Egina fue la primera capital de Grecia como nación en 1828.
En el Museo Arqueológico de Egina encontrarás reminiscencias de su compleja historia, con piezas que van desde la prehistoria hasta la época romana.
A un lado del museo se encuentra el sitio arqueológico de Kolona, con la única sobreviviente del antiguo templo de Apolo construido el siglo VI AC, se trata de una bien conservada columna estilo dórico. Se encuentra sobre una pequeña colina donde tendrás una espléndida vista de la ciudad, la playa y el mar Egeo.
Si tienes oportunidad, visita la tranquila ciudad costera de Agia Marina, donde encontrarás una extensa playa de aguas tranquilas con numerosos clubs de playa, perfecto para tomar alguna bebida, comer y relajarte.
Antes de tomar tu ferry de vuelta a Atenas no olvides comprar una buena dotación de pistaches, que se cultivan en la isla desde 1860 y cuyo árbol produce una variedad considerada de las mejores del mundo. Egina también es reconocida por sus elaborados encajes y artículos de cerámica.